Iván Prado Sejas*
Fuente: http://amazingstoriesmag.com/2015/04/eduardo-galeano-de-lo-fantastico-la-realidad/
A muchos de los escritores latinoamericanos les ha atraído bastante lo fantástico a la hora de escribir sus relatos. Y por esto, el realismo mágico se convirtió en el boom en algún momento de la historia de la literatura. Si bien lo fantástico, en la boca de los investigadores y de los propios escritores, ha asumido distintos rostros, lo fantástico involucra el reflejar o vivenciar distintos significados para mostrar una historia. Desde la óptica de Todorov, Cortazar, Borges y otros, lo fantástico ha sido uno de los instrumentos, y uno de los medios, para expresar lo ficcional, en un contexto en el que la literatura latinoamericana se expresa con peculiaridades propias.
Eduardo Galeano fue un escritor que uso lo fantástico para darle significado a la realidad circundante. Esta realidad invisible para algunos y oculta para otros, fue desvelada por Galeano, frente a los espejismos imperantes en la sociedad (Muchas personas no siempre tienen la posibilidad de darse cuenta de la realidad en la que viven).
En Memorias del Fuego, Galeano exhibe relatos atravesados por mitos y leyendas. En cada momento histórico que Galeano muestra, emergen relatos impregnados de sucesos míticos, donde no sólo interesan los hechos sino también los significados. Y paradojalmente, estos significados permiten llegar directamente a la realidad. Lo abstracto predomina sobre lo concreto.
En el Libro de los Abrazos, Galeano crea ondas entre lo ficcional y la realidad y viceversa. Sus relatos son como gotas de agua impregnadas de colores puros, mezclados, fusionados, opacos y resplandecientes. Algunos de sus relatos se proyectan como parábolas, para que el lector use la intuición y penetre hacia la realidad, haciendo que surja la verdad.
En el libro Días y Noches de Amor, Galeano hace gala de ese surf literario, que le permite ingresar en las olas, estando y no estando dentro del mar. Juega entre lo real y lo fantástico, entre lo real y lo ficcional, entre lo mágico y lo real. Entonces, el lector sintonizado, en el transcurso de la lectura y su finalización, como todo buen surfista, sale realizado después de haber avanzado por el tubo, y emerge de la ola, triunfante y satisfecho. El que tiene una buena “tabla” de surf, —la intuición—, sale tres o cuatro veces más satisfecho. Así, esta obra de Galeano se encuentra impregnada de realidad y ficción, matizada ricamente por lo fantástico.
En la obra Espejos, Galeano hace de lo fantástico el lubricante que hace que las naves siderales funcionen. Aparecen dioses, diosas, sacerdotes, humanos, impíos, pecadores, salvadores, guerreros, héroes, campesinos, robots, y toda una gama de personajes que caminaron y caminan sobre la tierra y dentro de la imaginación de los hombres. Poesía y prosa, muestran la versatilidad de Galeano en el uso de los símbolos para penetrar en la mente del lector.
En Las Bocas del Tiempo, Galeano explora al tiempo como una entidad que engulle a los humanos que desean salvar su pellejo, pero no pueden. Galeano parece trasmitir que el tiempo lleno es un tiempo que pasa, un tiempo vacío es un tiempo eterno.
En Patas Arriba, Galeano usa lo metafórico y lo fantástico para mostrar lo paradojal de una realidad que se muestra oscura y con mucha luz al mismo tiempo. Algunos podrán ver la oscuridad, otros verán la luz. Y muy pocos verán las dos realidades. Galeano, para que el lector tome conciencia de la realidad en la que vive, a partir de una lectura de un texto con imágenes conocidas y desconocidas, usa lo paradójico como un contraste de lo aparentemente constituido. Lo fantástico aparece de forma paradójica entre la realidad y la irrealidad, entre la luz y la oscuridad, entre lo falso y lo verdadero.
En Las Palabras Andantes, Galeano convierte en notas musicales a las palabras, y hace escuchar canciones que reverberan en la mente del lector. Lo fantástico aparece como ingrediente principal, puesto que en lo imaginario se hace posible una realidad simbólica. Y la realidad simbólica existe en cuerpo y alma.
Es posible que los textos de Galeano generen una efervescencia en la mente de los investigadores de lo fantástico, puesto que en sus relatos emerge lo mítico, lo maravilloso, lo sobrenatural, lo simbólico y surrealista, y lo onírico, a parte de los elementos realistas reflejados en lo político, lo social, lo urbano, lo indigenista, lo rural y otros. Paradójicamente, lo fantástico, a través del significado nos lleva al conocimiento y comprensión de la realidad más allá de lo simplemente concreto, y por esto, la insistencia de Galeano en usar elementos fantásticos en su obra. Esta postura de Galeano, el de usar la narrativa fantástica, es resaltado en la obra Relatos Fantásticos Latinoamericanos, 1 y 2, editada por Editorial Popular, donde también están los cuentos de grandes escritores como Benedetti, Monterroso, Cortazar, Ocampo, Vallejo y otros.
A los escritores que hacemos de lo fantástico nuestro “cotidiano escribir”, consideramos que Eduardo Galeano, nos hace honor al resaltar lo fantástico dentro sus relatos y poesías. Y por otro lado, nos agrada que promueva para que el lector y el escritor de literatura fantástica conozcan la realidad detrás del velo oscuro que coloca el sistema hipercapitalista o cualquier otro sistema totalitario. Galeano, en ese contexto, nos conduce a la verdad utilizando lo fantástico. Ahí está el merito de su obra, en su lado fantástico.
* Escritor y Presidente del PENBOLIVIA, filial Cochabamba
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