Sexta entrega sobre la Ciencia Ficción Boliviana con la que intentamos realizar un repaso de la ciencia ficción escrita en nuestro país. Hay muchos textos que faltan, así como nombres y autores, pero el presente blog está creado para reparar esa falta. Aqui pueden revisar la primera parte, la segunda, la tercera y la cuarta.
Otros Formatos
Pero si bien los libros son la fuente más importante de literatura en Bolivia, gracias a las nuevas tecnologías, poco a poco se empiezan encontrar otros caminos para publicar, contras sus historias, y explorar nuevos universos. Y aunque hoy en día la web, los blogs y otras plataformas de publicación son muy comunes, y Bolivia ya cuenta por centenares los blogs publicados diariamente (http://blogsbolivia.blogspot.com/), hay un interesante ejemplo que con más de 10 años aun sobrevive en la red. Se trata de una novela virtual, publicada por Fernando Aracena, coautor también de la novela para niños “Juancito Pinto”. “Latinoamérica 2025” (http://members.tripod.com/~Aracena/index-2.html) es una extensa novela online publicada en los antiguos alojamientos gratuitos. El texto cuenta la historia de una guerra del futuro en la que Bolivia y Latinoamérica cumplen una posición importante. En palabras del mismo autor: “Hispanoamericanos del futuro libran una guerra que podría convertir a la región en la nueva superpotencia hegemónica que dictará el destino del planeta. Como primer paso, una guerrilla hispanoamericana desencadena el terrorismo cibernético. El riesgo es grande pero está justificado: Están en juego la viabilidad ecológica del planeta y la supervivencia del tercer mundo”. La narración tiene todos los elementos de una novela de ciencia ficción de aventuras pero más que una novela es una saga, abundante y con una desbordante historia donde convergen tecnología, política, ecología, etc. Es una producción sumamente notable casi desconocida en nuestro país. La mejor definición de la novela es la que el mismo autor hace de esta: “Amena, liviana y high-tech”.
Otro ejemplo de formatos digitales que permiten a los autores buscar sus propios caminos de publicación, es el utilizado por el escrito boliviano Miguel Lundin Peredo, que desde su blog y con herramientas de publicación digital ha escrito varias novelas cortas de ciencia ficción como "Mordida Paceña", "Armageddon Sphere X", "Vuldargar Fury" y "Sueñan los androides con putas mecanicas?". Estas obras, noveletas lúndicas, en sus propias palabras se tratan de una ciencia ficción alucinada y surrealista.
Un tercer ejemplo de obras de ciencia ficción en formatos digitales, se encuentra la segunda obra de Rodrigo Antezana quien ya fue nombrado por su novela “El Viaje” (2001). En esta ocasión el autor publica en su blog personal la novela por entregas “Un sendero hacia el atardecer” en este texto la exploración del futuro es mucho más audaz y el universo que plantea más complejo, en las palabras del autor: “el planeta Tierra fue unificado tras una terrible guerra mundial, el líder de la unificación fue el llamado filósofo T.A. Su ideología se impuso sobre el planeta. Uno de sus principales recomendaciones fue no abandonar la condición humana. Más de mil años después de la caída de la Confederación Humana, una persona ha encontrado una manera de otorgarse un poder nunca antes imaginado. En el otro extremo de la galaxia, Kane Cefaz, cree haber descubierto la naturaleza de ese poder y prepara un equipo de héroes para enfrentarlo. Una de las elegidas para esta campaña es Rima Pádemar, una joven de casi dos siglos que todavía lucha por encontrar un lugar propio dentro de su sociedad”.
Y a pesar de que aquí sólo exploramos la literatura de ciencia ficción, es importante acotar la existencia, si bien pequeña y poco conocida de otros formatos de creación:
El Comic con varias revistas bolivianas en la que eventualmente se toca el género, y la novela gráfica “Bilis Negra” (2001) de Mario Markus, ambientada en el Año 2045 cuando los científicos son perseguidos como criminales ante los estragos causados por la biotecnología.
El Cine con películas de alcance nacional como “El Triángulo del Lago” (1999) en la que se conjuran elementos clásicos del cine de género como los viajes en el tiempo, los universos paralelos, el triángulo de las bermudas, las reencarnaciones.
El cortometraje de ciencia ficción “Exodo” de Juan Pablo Richter, que habla sobre un mundo en donde el que siente... muere. Formato que puede empezar a tener mayor trascendencia gracias a las plataformas para compartir videos y el bajo costo de las cámaras digitales.
Todos estos ejemplos son variados y con temáticas muy diversas como para intentar hacer generalizaciones. Lo que si indica es que en estos últimos años la ciencia ficción en Bolivia está muy activa y seguramente traerá muchas más sorpresas.
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