Los Nuevos Exponentes
El año 2006 se publica la primera edición de "Las Amazonas Poder y Gloria" de Ivan Prado Sejas, novela que una vez más entrecruza los caminos de la fantasía con la ciencia ficción. Este texto fabula con los indicios de la antigua Atlántida, con su conformación geográfica, su cultura y política, a través de Surya, una adolescente. La niña revive la historia de las amazonas, la época culminante de los atlantes; así como también llega a conocer cómo declino esa civilización. La narración muestra el rol de las amazonas en la guerra librada entre el bien y el mal. La arremetida de las tribus del Norte hacia las comunidades del Gran Paititi y la alianza entre estas comunidades y las Amazonas.
La segunda obra del autor, “El Crepúsculo en la noche de los tiempos" (2008) es una novela más compleja y dinámica que la anterior. En este texto Prado Sejas “maneja a gusto los planos astrales; no tiene reparo en agitar las tranquilas aguas del Titicaca, en busca de una ciudad perdida, donde una puerta misteriosa esta a punto de ser abierta” (Cáceres Romero). Estas aventuras poseen un imaginativo diseño donde incluso cumplen un juego términos quechuas y leyendas mitológicas.
El mismo año 2008 la escritora paceña Marcela Gutierrez que ya había publicado varios textos que circulan los géneros de lo fantástico y el terror publica “La mujer que no se equivocaba” una colección de cuentos, algunos de ellos de ciencia ficción, en los cuales es posible presenciar las historias de una anciana que vuelve a la vida, un encuentro con extraterrestres en el lago Titicaca y un muchacho que halla una puerta a otra dimensión. Estos textos surgen del paisaje y de los mitos bolivianos, alejándose de historias en el que sólo la tecnología o el futuro tengan presencia.
Y aunque hablar de uno mismo es pecar de poca modestia, el 2008 la editorial La Hoguera publicó la colección de cuentos “Memorias de Futuro” de Miguel Esquirol en la que se reúnen cuentos de muy diferentes tonos, pero siempre fieles a los subgéneros desde los cuales han sido inspirados. Pero más allá que literatura de ciencia ficción, el libro conecta diferentes espacios y culturas, referencias a Borges, Arlt o Saenz pueblan las páginas, así como a hechos reales transformados luego por la ficción. Pero más allá de eso debajo de muchos de los textos se encuentra Bolivia, con su historia y sus mitos pero articulada en espacios muy diferentes. Aprovechando estos juegos y conexiones es posible encontrar monstruos en el lago Titicaca; seres mitad hombre y mitad máquina en el mercado recorrido por el escritor paceño; aunar el altiplano con el Far West o que finalmente sepamos aquello que vio Roy Batty y que, esperemos, no sea olvidado como lágrimas en la lluvia. Los textos sirven para explorar cómo la tecnología nos afecta en nuestra vida cotidiana, cómo nuestra identidad está expuesta y cuáles son las locuras, las fantasías y los sueños que alimentan al hombre.
0 Comentario(s):
Publicar un comentario