Neoindigenismo y literatura fantástica en "Vuelo hacia el infinito" de Iván Prado Sejas

 



Ivan Prado Sejas, nacido en Tarata (Cochabamba-Bolivia) posee un estilo literario neoindigenista, dicha corriente tiene sus inicios en los años 50 y en la época actual está cobrando cada vez más fuerza. El neoindigenismo nace a raíz de cambios en las estructuras de poder entre las clases dominantes. Esto se extiende al campo de la narrativa mostrando un intento por superar la caracterización externa del indio para comprenderlo desde su realidad, su conocimiento y su cultura.

Sin embargo, Prado, va más allá, mostrándonos el neoindigenismo dentro de un universo de ciencia ficción. Género especulativo que desarrolla hechos imaginarios y en el que la acción puede ser muy variada; desde viajes interestelares, hasta civilizaciones alienígenas.

Por lo que uno de los atractivos fundamentales de “Vuelo hacia el infinito” es el encuentro del indígena con situaciones repletas de misterio que nos hablan de la existencia de la vida extraterrestre.

El autor nos da una visión de lo cotidiano envuelta en la ficción y nos hace cuestionarnos la posibilidad de que hayamos pasado por alto situaciones en las que probablemente hayamos experimentado contacto con la vida extraterrestre. Sobre todo, teniendo en cuenta los amplios valles de Cochabamba que son protagonistas del libro.  

“Vuelo hacia el infinito” está compuesto por once cuentos, entre largos y cortos. El autor agrega notas al pie de página, para aclarar algunas situaciones al lector o en su caso ampliar algún aspecto de la historia. Cabe mencionar que en la obra hay frases y palabras que están en el idioma quechua y que para una siguiente edición sería bueno agregar la traducción en notas al pie de página, para aquellas personas que no hablan ese idioma originario.

Lo que diferencia a este libro de otros es el lenguaje provinciano que, sin duda, logra que el lector sienta que está en aquel espacio geográfico alejado de las grandes ciudades. Esto hace que la historia sea amena y sientas que estás teniendo una conversación con tu compadre o tu comadre, un domingo por la tarde, acompañado de un chicharrón y unas cuantas tutumas de chicha.

En el cuento “Borges en Tarata”, Prado nos muestra su habilidad para el manejo de la picardía y el erotismo criollo. En “Llegaron los Katari Uma” nos envuelve con una historia llena de tensión y misterio por la llegada de los reptilianos a Tarata. En “Del paraíso lo que no se dijo”, Prado desarrolla la historia de Killa e Inti, mostrándonos una asombrosa similitud con uno de los relatos más conocidos de la biblia: “Adán y Eva”; lo que nos hace pensar en la existencia de universos paralelos.   

También cabe mencionar al cuento “Moneta” en el que Prado nos lleva a reflexionar sobre los orígenes del dinero y cómo este despierta una ambición sin límites en la que incluso puedes llegar a traicionar a tu propia sangre.

“Vuelo hacia el infinito”, es una novela que puede ser disfrutada por jóvenes y adultos, debido a su lenguaje ágil claro y su combinación de lo cotidiano y lo fantástico. La recomendaría a lectores afines a la ciencia ficción, el realismo mágico, el romance, el misterio y, por qué no, el humor. Este libro, sin duda, entrega ese abanico de posibilidades al público adulto-juvenil ávido de nuevas lecturas.

 

Graciela D. Ortuño L.

Escritora boliviana

0 Comentario(s):

Publicar un comentario