RASCACIELOS, de Abraham Sucedo Cepeda

Tendían las manos al fuego los últimos pobladores del mundo, y disponían al coloquio asuntos de trascendencia. Que el rascacielos se nos está cayendo, decía uno, hay que salir temprano cuando esté bueno el sol, no vaya a ser que ya no salgamos luego. Y el crujir del acero-piedra otorgaba cierta validez a su discurso. Estas paredes las hicieron con ciencia, le dijeron, han de seguir en pie otro siglo cuando menos, algunas incluso durarán más que eso y al paso del tiempo se convertirán en montañas alargadas. En el futuro vendrán a estudiar este planeta seres de otras galaxias y pasarán las noches inventando historias sobre los pobladores de estas ruinas extrañas, que somos nosotros, los que aquí nos escondemos.
Rascacielos
Era fácil entregarse a la literatura fantástica, ahora que el invierno era perpetuo. Ya sin prisa, sin la obligación de darle vueltas y revueltas al dinero, los pobladores del mundo podían dedicarse a imaginar sus arquitectos y arqueólogos extraterrestres. Y el hambre los mataba poco a poco y les provocaba rabias y visiones extraordinarias.
 Fuente: http://www.literaturalibre.com/2013/02/rascacielos

1 comentario:

  1. Me agradó este cuento, que es breve, conciso y elaborado con bastante creatividad literaria. Es de un escritor mejicano.

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