El acoso en los juegos electrónicos

Hoy en día la literatura se relaciona con los juegos electrónicos, ya sea la literatura posibilitando el surgimiento de juegos, o los juegos inspirando a los escritores en la elaboración de sus obras. Tanya Tinjala, escritora peruana, analiza sobre el acoso sexual a las mujeres en el ámbito de los juegos electrónicos y los grupos que se configuran. 

 

¿Qué está pasando? Yo así no juego: En Apoyo a Brianna Wu y otras mujeres acosadas y amenazadas en la industria del juego 


Por: Tanya Tynjala

Como ya saben de cuando en cuando tomo uno de los artículos en inglés y hablo sobre él. Eso lo hago sobre todo cuando me parece que el tema es de interés general y este es el caso.

No formo parte de ningún famdom de juegos, porque la verdad es que no soy muy de seguir un juego, la verdad es que pronto me aburro. Sin embargo por algunos amigos sé que es un fandom muy activo, casi una tribu (o tribus, porque a cada juego le corresponde su propia tribu), no me extraña pues que escritores como Scott Lynch, Hannu Rajaniemi y Elizabeth Bear hayan confesado en una mesa redonda tener como característica ser primero fanáticos de los juegos antes de pasar a la literatura.

En los Estados Unidos ha aparecido un movimiento en línea denominado Gamer Gate quien dice estar interesado en promover la ética en el periodismo especializado (sí, al parecer hay periodismo especializado en juegos de computadora) y en preservar el anonimato del jugador. Hasta allí todo bien. El problema es que las intenciones de ese grupo no son del todo claras (por lo menos para mí, quizá otra persona más metida en este fandom lo entiende mejor) y hasta ahora lo único que al parecer ha logrado es hacer sentir mal a las mujeres pertenecientes a este fandom atacándolas de la peor manera. Lo ha hecho con Leigh Alexander, editora de Gamasutra, por escribir un artículo en el cual ella afirma que el fandom está evolucionando al incluir nuevas audiencias y que el “gamer” tradicional se limita a ser solo un grupo de jovencitos furiosos a causa de las hormonas en movimiento. Lo ha hecho con Zoe Quinn , diciendo que su juego no es en realidad un juego (¿) y metiéndose inclusive con su vida sexual, y por supuesto lo ha hecho también con alguien de la familia de Amazing Stories, Brianna Wu y su juego Revolution 60.

Lo dije con el artículo que escribí sobre acoso sexual en las convenciones y lo digo ahora: no deja de asombrarme cómo grupos que al principio fueron alternativos y de vanguardia se acomodan tan bien al pensamiento tradicionalista. Fuera de que puedo suponer que al principio el fandom de los juegos era mayoritariamente adolescentes “masculinos” que ya creciditos quieren mantener las cosas “en su lugar”, lo que no me cabe en la cabeza es tratar de una manera tan baja a las mujeres. He leído algunos de los comentarios a estos escándalos y son asquerosos. A una persona que pregunta si se corre el riesgo de deprimir con los ataques a Zoe Quinn hasta el punto de querer suicidarse, uno de estos “caballeros” contesta: “Perfecto”. A Brianna le dijeron que la iban a violar e inclusive hicieron pública su dirección, por lo cual ella y su esposo (Frank Wu, quien ha hecho muchos dibujos para Amazing Stories) tuvieron que dejar su casa en medio de la noche.

Yo creo que estas personas se olvidan que la mayor característica del juego es que no es nada serio y por eso sirve para divertirse. Tratar de poner normas de cómo deben ser los juegos y decidir que los desarrollados por mujeres no son realmente juegos me suena contradictorio. Y es que se están tomando las cosas tan en serio que prácticamente pareciera una de esas religiones fundamentalistas que pone precio a la cabeza de aquellos que se atrevan a salirse de las sagradas normas.
No es solo porque soy feminista que escribo esta nota, igual que Steve no solo escribió la suya porque Brianna es su amiga, es que no podemos permitir que estas cosas sucedan. Pareciera ser que en parte se debe a que la gente pierde la noción de que está hablando de verdaderos seres humanos cuando escriben en línea, ponen los que se les viene en gana sin pensar en las consecuencias. Lo siento pero eso para mí no es libertad de expresión, simplemente NADIE tiene derecho de decir las cosas que les han dicho a esas mujeres.

Es por eso que yo también me uno al movimiento de apoyo a Brianna, Zoe y todas las otras víctimas de Gamer Gate que Amazing Stories ha empezado (Pueden leer la editorial de Steve Davidson aquí) denunciando los atropellos de ese grupúsculo. Creo que como dice Steve no debemos tolerar ese tipo de comentarios en la red pues no hay escusa para ellos. No importa cuál sea la lucha, justa o no, NADA disculpa el uso de amenazas contra la vida de una persona. Si una amenaza así en la vida real puede ser llevada a una corte, ¿acaso una amenaza virtual es menos? Insultar a alguien diciéndole que la van a golpear o pero aún violar es tan violento verbalmente como virtualmente. La gente tiene el derecho de estar en desacuerdo con algo, pero no tiene derecho a decir lo que le da la gana, eso no es libertad de expresión.

Para terminar quería anunciarles que en apoyo a Brianna, su juego Revolution 60 se ha convertido en el juego oficial de Amazing Stories. Pueden verlo en este link.

FUENTE: http://amazingstoriesmag.com/2014/11/que-esta-pasando-yo-asi-no-juego-en-apoyo-brianna-wu-y-otras-mujeres-acosadas-y-amenazadas-en-la-industria-del-juego/

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