Comentario: Homero
Carvalho Oliva
Fuente: http://www.eldeber.com.bo/vernotacolumnistas.php?id=121005225553
En literatura, los niños y
niñas nunca se equivocan, tienen muy claros y definidos sus gustos por las
buenas historias. Se lo puede comprobar a través del tiempo por su preferencia
por los inolvidables cuentos de los hermanos Grimm, de Charles Perrault y de
Hans Christian Andersen, así como por las novelas de J.R.R. Tolkien y,
recientemente, por la saga de J.K. Rowling. Lo mismo podríamos decir, en
Bolivia, de los cuentos y poemas de Oscar Alfaro y de otros escritores
nacionales que se han convertido en los preferidos del público infantil y
juvenil.
Entre los autores
bolivianos que viven y escriben el mundo de la fantasía, se destaca Sarita
Mansilla, que ha logrado posicionar en los pequeños lectores al Grillo Benjamín
y sus amigos, quienes en el Reino Mágico Chiquitano enfrentan la clásica
aventura del bien contra el mal. Los libros de Sarita, que están bellamente
ilustrados por la artista francesa Lara Sabatier, ya se han transformado en
clásicos de la literatura infantil boliviana y, cada año, se encuentran entre
los más vendidos en las ferias nacionales del libro, en las que Sarita instala
su propio y maravilloso estand. En las ferias se puede observar las caras de
felicidad de los niños y niñas cuando sus padres adquieren un ejemplar y la
autora, generosamente, les dedica unos minutos para autografiarlos y conversar
con ellos. De hecho, Lucía, mi hija menor, fue quien, en 2008, me pidió que
comprara Benjamín y el séptimo cofre de oro, el primero de la leyenda.
Isabel Mesa, otra de
nuestras grandes escritoras de literatura infantil, ha señalado sobre Benjamín
y el canto de los bosques que “es una novela que en ningún momento subestima al
lector, pues utiliza un lenguaje que coloca al joven en su verdadera dimensión
de comprensión. Inspirada en la saga de Harry Potter, como ya lo dije en una
crítica literaria anterior, esta obra rescata muchos elementos de la geografía
boliviana y de las especies animales y vegetales en peligro de extinción que
todos debemos conocer. Es un libro que vale la pena leer y recomendar por su
contenido tanto cultural como de ficción”.
En cada uno de sus
libros Sarita ha sabido proyectar lo universal desde lo local, su literatura
está basada en las tradiciones orales cruceñas,
como ella misma lo ha reconocido en varias entrevistas, y rescata, para el
imaginario literario, el Festival de Música Renacentista y Barroca, uno de los
más extraordinarios acontecimientos musicales nacionales con repercusiones
mundiales. Además posee una prosa bien cuidada, sin artificios intelectuales;
lo suyo es la simple y pura narración mágica de la aventura. Aparte de estos
elementos, existen otros que han contribuido al éxito de Benjamín y es el
carisma de la autora. Desde que uno conoce a Sarita Mansilla es seducido por la
gran simpatía y energía que trasmite, siempre buscando el lado positivo de las
cosas y dispuesta a brindar una sonrisa y una palabra de aliento.
Sarita,
también, es un ejemplo de lo que deben hacer nuestras editoriales para
promocionar la literatura, pues ella, sin prejuicio alguno, recurre a los
centros educativos, busca a los medios de comunicación y siempre está presente
en los eventos y talleres de promoción de la lectura que se organizan en la
capital cruceña y en otras partes del país. Sarita también nos está mostrando
el camino para que nuestra literatura sea conocida en el mundo, al participar
en encuentros y ferias internacionales del libro; la próxima semana estará en
la de Frankfurt, Alemania, la mayor del mundo.
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