La Worldcon es sin dudas la convención de ciencia ficción más importante que existe. Reune en un solo lugar a escritores, editores y fanáticos de uno de los géneros con más personalidad quizás solo igualado por la novela negra y sus encuentros como "La semana Negra de Gijón". Este año, la convención se ha realizado en la ciudad de Montreal, en Canada, por lo que hemos aprovechado para asistir y ver por nuestros propios ojos este importante evento.
Una de las primeras cosas que nos llamó la atención fue la presencia como invitado de honor de Neil Gaiman, uno de los más afamados escritores de comics (Sandman), pero también de libros (American Gods, Graveyard Book) y películas (Stardust, Coraline). Este prolífico autor, asistente a la convención desde hace muchos años, se encuentra quizás en su momento de mayor éxito con su último libro "The Graveyard Book" ganador de un Premio Hugo a la mejor novela del año, premio concedido por todos los asistenes a la convención y uno de los más importantes del género, y creando largísimas colas de fanáticos esperando su momento para firmar sus libros e intercambiar unas palabras. A pesar de esto su distancia con sus lectores queda derribada por su sencillez y cercanía. Para él "ninguna comunicación es posible desde un pedestal".
Pero este autor no era lo único interesante de la convención, Tom Doherty, el director de la editorial TOR, una de las más representativas del género, y Elisabeth Vonarburg una importante escritora quebquense, eran los otros invitados de honor. Con ellos también pudimos conversar entre otras temáticas, sobre la dificil presencia de la literatura de género en castellano pero el interés que poco a poco irá barriendo las fronteras. A pesar de que la ciencia ficción es un género principalmente escrito y hablado en inglés, la elección de Montreal como sede, una ciudad francófona, y la invitación de Elisabeth Vonarburg, cuya obra está escrita en francés, como invitada y algo así como anfitriona no oficial abren poco a poco las puertas para la literatua en otras lenguas. También se presentaron dos interesantes paneles: uno en francés "Des Pyrénées à la Terre de Feu: la SF en espagnol et en portugais" (De los Pirineos a la Tierra de Fuego: La ciencia ficción en español y en portugues) y otro en inglés "Non North American Fandoms" (los fandoms, grupos de aficionados, no norteamericanos). A pesar de eso la presencia del español era poca. Salvo un servidor, un miembro de la asociación Venezolana de Ciencia Ficción, una panelista brasilera y un traductor argentino habían pocos representantes más de latinoamérica como asistentes a esta convención.
La Worldcon organizada cada año en un inmenso trabajo voluntario reune a un centenar de escritores, editores y fanásticos alrededor de conferencias con las temáticas más diversas, mesas redondas y discusiones. Se presentan una decena de premios, siendo el más importante el premio Hugo (nombrado en honor a Hugo Gernsback, fundador de la pionera revista de ciencia ficción, "Amazing Stories" y de la invención del término ciencia ficción), se realizá la Mascarada, un concurso de disfraces entre los asistentes. Se venden libros, se conversa con los autores y editores, y hay un espacio para todos, desde los interesados en dedicarse profesionalmente al género hasta aquellos que lo leen desde la pasión e incluso desde la academía.
Aqui se demnuestra cómo los fanáticos del género son la verdadera columna vertebral de la ciencia ficción. Entre los asistentes encontramos apasionados de todos los subgéneros posibles, desde los lectores más amplios del tema, a aquellos que sólo leen obras o autores específicos. Fanáticos de todas las edades, pero sobretodo cabezas grises y con una docena de convenciones similares bajo el brazo, así como familias con niños; también fanáticos disfrazados de sus personajes favoritos de libros, comics o películas, profesionales que han hecho del estudio del género su vida, o aquellos que asisten cada año sólo para encontrarse con sus amigos a ambos lados de la mesa de exposiciones.
Falta espacio para hablar de todo lo aprendido y descubierto, de las experiencias vividas, de los libros que ahora dan ganas de leer. Pero podemos decir que esta convención muestra el lado vivo de un género literario. No son libros o autores unicamente, ni naves espaciales y robots tampoco. La ciencia ficción está hecha de la gente a quien el género apasiona. Gente que encuentra en los libros primero y en los lectores de los mismos después, una familia o un espacio cercano donde sentirse cómodos. Los autores no son esas figuras lejanas o mudas fotografías en las contraportadas, son personas reales con intereses y pasiones y que ellos mismos son tan apasionados y fanáticos como sus propios lectores. Es un género en el que hay espacio para todo, para todos los temas y todas las formas de ver la vida, es una literatura que despierta la curiosidad, proboca pensar sobre el mundo presente y a donde nos dirigimos y estimula a la creación de mundos diferentes.
Para una crónica completa de lo que fue este evento pueden pasarse por este post.
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