LA NARRATIVA FANTÁSTICA EN BOLIVIA



Gonzalo Montero Lara

     Es un verdadero privilegio, convertirme en un heraldo circunstancial de la fantasía literaria, género que de ninguna manera es “nuevo”, por el contrario, ha nacido con el momento fundante del vagido de la imaginación humana y no ha dejado de crecer hasta El día de hoy constituyéndose en un poderoso vehículo capaz de transportarnos por insólitos planos de tiempo y espacio.
    Surgido del pensamiento mágico se manifestó en sus orígenes, como escribe Cáceres Romero en su NUEVA HISTORIA DE LA LITERATURA BOLIVIANA, “… con voces secretas en aguayos y vasijas, junto a mudos rostros de piedra que aguardan  que alguien descifre su mensaje…”.
    Antes de arriesgar una corta zambullida en las raíces de nuestra fantasía, considero que es necesario precisar algunos términos de la temática en cuestión: LA NARRATIVA FANTÁSTICA, para ello, voy a echar mano de algunos fragmentos de las publicaciones de del filósofo franco-búlgaro Tzevan Todorov y del escritor español  Ángel Olgoso.
     Olgoso en un artículo de prensa publicado e en suplemento La esquina del periódico Cambio de circulación nacional del 20-X-13 dice:
     “Antes de arriesgar unas cuantas puntualizaciones al respecto, quiero precisar. Suele decirse que en toda realidad hay algo más de lo que llamamos realidad. Suele decirse que  lo fantástico es la intromisión violenta, insólita, de un suceso extraño en el mundo real, la irrupción de lo inadmisible en el seno de la  inalterable legalidad cotidiana o, según Cortázar, el momento inesperado en que la puerta que da al zaguán se entorna lentamente para dejarnos ver el prado donde relincha el unicornio. Suele decirse que el autor debe hacer verosímil lo inverosímil, conseguir que la narración vacile entre una explicación natural y otra sobrenatural, sin decidirse por ninguna, creando así la inquietud en el lector.
    A los que pertenecemos a esta hermandad minoritaria, casi heroica, que cree que solo lo excepcional es digno de ser contado, nos gusta pensar, además, que la búsqueda de lo insólito, de lo extraordinario, de lo misterioso, de lo irracional, de lo portentoso, que va unido desde la antigüedad a la creación literaria; siendo, de hecho, la matriz misma de la literatura, su molde primigenio, el cuento de los cuentos”.
     Todorov, de la misma manera puntualiza:
     “La LITERATURA FANTÁSTICA, es un género literario de ficción en forma de novela o relatos cortos. Las formas sobrenaturales son un elemento primario del argumento, tema o medio ambiente. Está asociado de manera muy cercana a la narrativa maravillosa, la ciencia ficción y el terror”.
      “LO FANTÁSTICO ES LA VACILACIÓN O DUDA EXPERIMENTADA POR UN SER QUE NO CONOCE MÁS QUE LAS LEYES NATURALES, FRENTE A UN ACONTECIMIENTO APARENTEMENTE SOBRENATURAL”.
     La posibilidad de vacilar o dudar entre ambas CREA EL EFECTO FANTÁSTICO. El cual constituye la firma que autentifica este eslabón de la cadena del universo literario y le diferencia del resto.
     Muchos académicos han opinado al respecto:
     “El héroe siente en forma continua y  perceptible, la  contradicción entre los dos mundos, el de lo real y el de lo fantástico, y él mismo se asombra ante las causas extraordinarias que lo rodean”.
     “Lo fantástico se caracteriza… por una intrusión brutal del misterio en el marco de la vida real”
     “Todo lo fantástico es una ruptura del orden reconocido, una irrupción de lo inadmisible en el seno de la inalterable legalidad cotidiana”
     Dicho todo esto, podemos establecer en forma sintética, por la limitación del tiempo, que la VACILACIÓN o DUDA del lector, es la primera condición de lo fantástico sin importar en esta visión ambigua, ni las intensiones del autor ni los mecanismos de la trama, sino la intensidad emocional que provocan estos textos por lo general narrados en primera persona o con un narrador-personaje.   

     De aquí se desprende la importancia de la primera lectura en relación a la relectura, porque, el conocimiento previo  de la tensión de la trama hasta el desenlace, desmorona la carga emocional lograda en la primera lectura.
      Esta ocasión, no pretendo exponer un dedicado trabajo de investigación respecto a la aparición de la narrativa fantástica en nuestras fronteras multinacionales y pluriculturales. Solo intento amplificar el advenimiento del inusitado oleaje de este género en nuestro medio, cuyas primeras referencias hallamos en las recopilaciones de la literatura quechua realizadas por el escritor Jesús Lara en su obra MITOS, LEYENDAS Y CUENTOS DE LOS QUECHUAS y las investigaciones de Adolfo Cáceres Romero, que se encuentran en el primer tomo de NUEVA HISTORIA DE LA LITERATURA BOLIVIANA I Literaturas Aborígenes.   
     La narrativa fantástica se nutre de la mitología universal en general y de los pueblos originarios en particular. Ya Garcilazo de la Vega confronta fabulas quechuas y griegas señalando “…Y también se puede cotejar las (fábulas) de una gentilidad con las de la otra, que en muchos pedazos se remeda”. “Y es así,…”, concluye Jesús Lara “…con la diferencia de que los mitos de la Hélade llegan acrisolados, embellecidos por los grandes creadores de la epopeya y de la tragedia, en tanto que los quechuas nos vienen como el tubérculo recién extraído de la tierra y como la mazorca despancada del propio tallo”.
     Nuestros escritores que cultivan este agradable género literario, de vigoroso crecimiento han encontrado, una rica cantera temática en nuestros mitos, leyendas y tradiciones culturales, con sabores tan variados como las tonalidades de un whipala, las cuales desde épocas ancestrales, han marcado nuestro paso diario entre lo que juzgamos natural, extraño, o sobrenatural, expresados y transmitidos con nuestra oralidad, en la certidumbre de lo sobrenatural inquietando nuestro ánimo en forma permanente. Por ello no es extraño que personajes o circunstancias que nos asombraron en la niñez, cobren palpitante vida en la voz de  relatores  cotidianos (madres, abuelas, personas mayores, etc.). Muchos de estos actores u acontecimientos han sido recogidos con generosidad, en trabajos literario y otras obras como el fabuloso inventario de SERES SOBRENATURALES Y MAGICOS DE BOLIVIA realizado por el investigador y escritor Homero Carvallo Oliva, para luego participar junto en relatos fantásticos, maravillosos, de ciencia ficción o terror. Corriente literaria, lo reitero en actual emergencia, con publicaciones de calidad, cada vez más nutridas en obras de autores contemporáneos locales y nacionales, donde podemos citar algunos conocidos en esta y otras regiones:  Fanny Escobar, Giovanna Rivero, Sara Mancilla, Biyú Suarez, Ada castellanos, Vanessa Giacoman, Sisinia Anze, Ana Triveño, Ivan Prado, Dennis Iriarte, Miguel Lundin, Miguel Esquirol, Hugo Murillo, solo para nombrar los autores más comprometidos con el género, sin dejar de mencionar a otros de notable trayectoria que han incursionado en el género como, Néstor Taboada, Adolfo Cáceres, César Verduguez, Gonzalo Lema, Rodrigo Antezana, Gary Daher, Edmundo Paz Soldán, Manuel VARGAS, Pedro Shimose,. Los premios nacionales con obras en este género: Álvaro Pérez y Ronald Rodríguez y muchos más que han realizado incursiones importantes por los fantásticos espacios de lo extraño, sobrenatural y fantástico. Producto de este verdadero Tsunami literario de narradores fantásticos, en menos de un año ha surgido las obras. DE IMPOSIBILIDADES POSIBLES I Antología de cuento maravilloso,  VERTIGOS  I Antología de cuento fantástico. Y estamos en una prolongada espera a la editorial” GENTE COMÚN” por la l ANTOLOGÍA DE CIENCIA FICCIÓN.
     Y finalizo mi participación tomando otro fragmento del español Olgoso cuando enuncia:
     “En mi opinión, el fantástico es el lugar natural de la escritura, la maravillosa posibilidad de inventar mundos diversos, alternativos, imposibles, mundos al revés. pero aunque suscriba las palabras de Walter Scott y prefiera los momentos de delirio, los vagabundeos de la imaginación a todos los tediosos hechos de la existencia, no se trata de un plan de evasión, de una modesta magia contra la opresión de una realidad vulgar, asfixiante o aterradora. No se trata solamente de esto, sino más bien de revelación, de iluminación, se trata de la facultad de jugar, de agregar algo a la Creación, de suplantarla, de reinterpretarla mediante enfoques audaces y saltos impensados, mediante ejercicios libres de la imaginación sin trabas que sitúan al lector sobre la cuerda floja del espacio y el tiempo, impidiéndole una aceptación sumisa de la realidad.
    Durante demasiado tiempo ha prevalecido entre algunos escritores un miedo paralizante al abordar lo fantástico, y el lector se ha ido desacostumbrando a que los acontecimientos fabulosos pudieran ocurrir..
     Finalmente el escritor boliviano Ivan Prado Escribe en el prologo de la antología  DE POSIBILIDADES IMPOSIBLES:
      “Esta antología pretende devolver al lector una literatura que le pertenece puesto que ahí están las expresiones propias de nuestras culturas. Asimismo, pretende enriquecer el imaginario individual y colectivo con personajes, historias, hechos, sentimientos, situaciones y paisajes que dan sentido a la vida subjetiva y objetiva. Finalmente, se desea llevar al lector hacia un viaje interdimensional, que rompa las barreras de lo meramente concreto en función de un desarrollo pleno del pensamiento abstracto.”

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