Bolivia no es un país de ciencia. Evidentemente existen universidades y patentes, investigadores y avances tecnológicos, pero en gran medida esto ocurre mediante intervención o ayuda extranjera, o en porcentajes mínimos en comparación con otros países. La razón de esto se debe a la falta de inversión económica importante en los departamentos de I+D de las principales industrias, así como de departamentos universitarios sin el apoyo suficiente para permitir un desarrollo tecnológico importante. Esto no evita que el país llegue a ser excepcional en ciencias aplicadas, así como en la adaptación y uso de tecnologías extranjeras para la realidad nacional. Dicho esto, es fácil entender porque un país donde no existe mucha ciencia, no haya producido mucha ciencia-ficción.
Pero que no haya mucha ciencia-ficción, no quiere decir que no existan excelentes libros y autores, y más importante aun, no quiere decir que el país no sea un lugar propicio para el desarrollo del género. Todo lo contrario. No será quizás un país donde el género clásico pueda desarrollarse, pero si se puede encontrar rico material para alimentar historias. Algunas de ellas ya escritas, muchas otras aun por escribirse.
Continuar >>
También publicado en inglés en The Portal
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Comentario(s):
Publicar un comentario